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bomberos, hospital, parada cardio-respiratoria, politraumatizado, preventivo, UAD, UVI móvil
Una explosión cubre el oscuro cielo con tonos anaranjados. La segunda, más fuerte, emplea un celeste que recuerda al mar. Otra más, otra… Miles de espectadores rodean la carpa de asistencia sanitaria que las dos decenas de voluntarios allí reunidos hemos desplegado un par de horas antes, en caso de que la protección brindada por la patrona de la acogedora población serrana no sea suficiente. Para nosotros, servicios preventivos como este suponen la oportunidad de saludar y bromear con los compañeros que vemos cada mucho tiempo, dado que las guardias habituales son de apenas tres o cuatro personas. Una sobrecogedora detonación cierra el espectáculo pirotécnico, dando paso a la ronda de aplausos y marcando el comienzo de la recogida del dispositivo.
Es difícil hacerme el loco cuando el coordinador solicita un conductor para devolver a la central la ambulancia de préstamo: soy de los pocos que se mueve en transporte público y vive en la capital. De súbito, la agradable brisa del fin del verano trae a mi mente una idea. ¿Guardia esta noche? Antes de alcanzar la decena de propuestas, ya he conseguido reclutar un colaborador de otra base y otros dos compañeros recientemente incorporados, ansiosos de experiencia. Pronto iban a comprobar que el mito de que las ambulancias de refuerzo son más movidas tiene parte de verdad. Sigue leyendo