Etiquetas
alcohol, Castellana, fiesta, Jesús, noche, Policía Municipal, tráfico
El autobús que me traslada de vuelta desde la Universidad parece un buen lugar para enviar los mensajes de texto que preparen la noche. Es Viernes, y la libranza de dos días de que hoy comienza me permite disfrutar de unas animadas cervezas que resultan, tan sólo, los preliminares; cuando nuestro camarero de cabecera nos anuncia el momento del cierre decidimos dirigirnos a uno de nuestros templos.
Allí, la música independiente estimula la generosa vida social, catalizada por los combinados espirituosos. Mientras los haces de luz coloreada se entrecruzan siguiendo ritmos electrónicos, concluyo que aunque haya decidido vincular inexorablemente mi camino a la asistencia sanitaria, necesito estos momentos de confidencias, bromas, miradas, presentaciones, intercambios e ingeniosas promesas. El tiempo transcurre de forma sorprendentemente fugaz al disfrutar y, finalmente, nuestras pupilas se contraen por la acción de los deslumbrantes focos que, junto con el último tema del DJ, provocan que consensuemos una retirada. Sigue leyendo